«Nada es fácil ni tan útil como escuchar mucho». Juan Luis Vives (1492-1540), humanista y filósofo español
La concertada pone en jaque a Lambán
José Luis Valero
La educación necesita con urgencia un pacto de Estado a todos los niveles. Un acuerdo entre el sector público y la concertada, entre profesores, alumnos y familias, entre los políticos y el conjunto de la sociedad. Hay confrontación en la escuela pública, hay conflicto con la concertada y hay enfrentamiento con la privada. Ayer, el presidente Lambán recibió un serio aviso en el centro de la capital aragonesa. La concertada también sabe mover la calle, no solo la ‘marea verde’. Y con más capacidad de la prevista
Partiendo siempre de la defensa de la enseñanza pública y de que los conciertos tienen su función y su oportunidad y que se pagan con recursos de todos -por lo tanto, forman parte del sistema público para bien y para mal y nunca para favorecer elitismos-, este conflicto no beneficia a nadie. Es más, va en detrimento de la calidad de la enseñanza académica. Los perjudicados son los alumnos, y en consecuencia toda la sociedad. El futuro de un país siempre depende del nivel de la formación y de la capacidad de conocimiento e innovación de sus jóvenes. En definitiva, de las generaciones que tiene que tomar el relevo de las clases dirigentes en la política, en la sociedad, en la economía, en las empresas y en las entidades financieras.
Y las cosas no apuntan bien. Para nada. La gestión de la educación lleva tres décadas y media sometida a los vaivenes de intereses de partido y electoralistas. Y a merced de manipulaciones territoriales para forjar historias basadas en mentiras y medias verdades. Demasiada poca altura de miras.
La protesta de ayer amplía el conflicto y cuestiona la política educativa de la DGA
Pasó cuando comenzaron los recortes sin miramientos en la pública con la excusa de la crisis, pero en realidad intentando modificar un modelo que aunque no había funcionado del todo sí había permitido un cierto equilibrio social. De hecho, la educación pública en su conjunto, incluida la universitaria, ha aguantado con decoro los embates del centroderecha.
Para mejorarla, no hacía falta entrar a saco contra la concertada. Máxime cuando no está nada claro qué modelo quiere el Ejecutivo PSOE-CHA y después de que el ministro Méndez de Vigo invalidara la penosa ley Wert.
La presión de Podemos para aprobar los presupuestos le está dando un resultado inesperado: crear un conflicto que le favorece políticamente y poner al presidente Lambán ante un dilema de compleja solución. De la ‘marea verde’ a la ‘marea de la concertada’. De las aulas a la calle. Mucha tensión y poca formación. Hay que dialogar y consensuar. Y hacer pedagogía.
Una marea humana exige en Zaragoza que no se reduzcan los conciertos educativos
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El sector reúne a más de 30.000 personas, que piden a Educación que dé marcha atrás en su plan.
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Es la manifestación más numerosa de los últimos cinco años, tras la de la huelga general de 2012
La escuela concertada dio ayer un ejemplo de fuerza y convocatoria y reunió en Zaragoza a miles de personas (más de 30.000, según datos de la Delegación del Gobierno) para solicitar que no se reduzca ninguna de sus aulas. Unos datos que la convierten en la más numerosa desde la huelga general de noviembre de 2012 para clamar contra los recortes, y que tuvo unas cifras de asistencia similares.
Durante la multitudinaria marcha, que transitó entre el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza y el edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, los asistentes corearon frases como «En Aragón, libertad de Educación» o «Libertad, libertad», mostrando su indignación por la prevista reducción de aulas concertadas en la Comunidad, obligada por el pacto presupuestario entre PSOE Y Podemos que recoge expresamente esta medida.
Los congregados en el centro zaragozano consideran que debe ser la demanda y las peticiones de los padres las que decidan qué unidades mantienen su financiación, y lo hicieron mostrando un único cartel: una gigantesca mano que, por todo logo, tenía impresa la palabra «libertad» y una pulsera con la inscripción «compromiso». Se repartieron más de 20.000 unidades, pero no fueron ni siquiera suficientes.
Como habían pedido los organizadores, no hubo logos ni banderas de ninguna organización en particular, tan solo tres pancartas con un mensaje claro: libertad de elección para las familias. Tres cabezas de manifestación a las que, por cierto, les costó arrancar: tal era el gentío que la que iba a partir de la plaza de la Constitución no había iniciado su andadura a las 19.30, una hora después de comenzar la marcha.
Antes de salir, en la cabecera de la protesta, el secretario general de las Escuelas Católicas de Aragón, José Luis Sampériz, se mostraba cauto en sus declaraciones y solo pedía que el Departamento de Educación tuviera en cuenta toda la gente congregada y considere reducir los conciertos en función de las solicitudes de las familias. A su lado, el presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza en Aragón, José María Marín Velázquez, lamentaba tener que haber llegado al extremo de salir a la calle y calificaba de «sorpresa» el hecho de que un acuerdo entre dos partidos pudiera dar al traste «con el entendimiento que ha habido hasta ahora entre la Administración y las escuelas concertadas».
Participación «impresionante»
En la primera fila no solo estuvieron los representantes de los centros, sino también de los trabajadores y de las familias. El presidente de Fecaparagón, Miguel Ángel García Vera, valoró la participación en la marcha como «impresionante» y recalcó que el derecho de los padres a elegir está recogido en la ley, algo que «debe garantizar Educación». «No se pueden retirar aulas de centros antes de que empiece la admisión», manifestó.
Por su parte, Miguel Malla, secretario general de FSIE-Aragón, sindicato mayoritario de la concertada, confió en que «Lambán y Echenique se lo piensen y vean la posibilidad de preparar una planificación no a dictado, sino lógica». «Que hay que ir cerrando en pública y concertada por la bajada demográfica está clarísimo, pero no de esta forma. Se saltan la ley y un gobernante no se la puede saltar», concluyó. También Miguel Ángel González, de USO Aragón, se felicitó del éxito de la convocatoria, deseando que haya una reacción por parte de la DGA
Representantes sindicales y de la patronal nacionales viajaron desde” Madrid para dar su apoyo en la reivindicación. Antonio Amate, secretario general de la Federación de Enseñanza de USO consideró la situación que se vive en Aragón «un atropello, un apaño político que obvia los derechos de miles de aragoneses». José María Alvira, secretario general de Escuelas Católicas, deseó que los políticos tomaran nota de toda la inquietud social que han provocado» y lamentó que Aragón sea ahora mismo «la Comunidad donde hay una mayor conflictividad en Educación».
Aunque lenta, la marea humana congregada para clamar por un acuerdo distinto para la concertada fue llegando poco a poco al Pignatelli, donde Miguel Ángel García Vera, en representación de las familias, se encargó de leer el manifiesto final. Un texto en el que incidió en la necesidad de que sean los padres los que elijan la educación que quieren para sus hijos, «como recoge el artículo 27 de la Constitución». Desmintió que sus centros sean «elitistas», pidió más dinero para asegurar los conciertos y criticó el acuerdo de presupuestos PSOE-Podemos, que calificó de «nefasto e ilegal». Miles de personas dejaron las manos de cartón en el suelo y aplaudieron con las suyas estas palabras palabras, a la vez que pedían «que salga Echenique» o «que escuche Lambán». Mientras en la sede de la DGA la gente comenzaba a dispersarse, aún había quien no había logrado pasar de la plaza del Carmen. Y eran más de las 20:00 h.
¿Del Barça o del Madrid?
Mar Martín Murga. Directora de Compañía de María de Zaragoza.
Se nos llena la boca y presumimos de hablar de innovación educativa, y nos sentimos orgullosos de mostrar que en nuestro colegio trabajamos con los alumnos por proyectos, con metodología cooperativa, aprendizaje servicio, «design thinking»… Y somos incapaces de aplicarlo como adultos en la vida real. ¿Qué nos pasa? Parece que no sabemos dialogar, ver más allá de una etiqueta. Todo lo convertimos en blanco o negro, en gente de izquierdas o de derechas, del Barça o del Madrid…
La educación no es hablar de pública o concertada. Es un asunto mucho más serio. Siento decirles que no podemos simplificar la ecuación de esta manera. La educación es complicada y exige análisis, estudio, diseño, visión… Necesita del trabajo de todos, que aprendamos unos de otros. Requiere crear redes, proyectos compartidos, saber de dónde venimos para saber a dónde vamos. La educación pide reflexión, apertura, vencer prejuicios, diversidad, autonomía, libertad…
Me duele que los debates sobre educación en este país sean siempre desde un punto de vista político, que en Aragón el debate esté en los conciertos, a cambio de una firma de los presupuestos, perdiendo su verdadera esencia, la persona, el alumno, su futuro, nuestro futuro…
Miramos a Finlandia, pero no apostamos, juntos, por un pacto educativo como el que han sido capaces de conseguir ellos y me duele.
Me duele que me enfrenten a mis compañeros de la pública.
Me duele que pongan en entredicho nuestra manera de proceder como colegios concertados.
Me duele que digan que en la concertada no tiene cabida todo el mundo, cuando no es cierto. Creemos que la diversidad un valor y me gustaría que los políticos también lo vieran así.
Me duele que la educación se como arma arrojadiza.
Me duele que malgastemos la energía en estas cuestiones, mientras en las aulas tenemos tantos reto nombres y apellidos: Pedro, Marta, Fátima, Tomás, Judith, Javier… del Barça y del Madrid, en la pública y en la concertada. Y en ellos tendría que estar el debate, los recursos, la mirada, en cómo conseguir que cada uno de ellos sea la mejor versión de sí mismo.
«No pueden mirar para otro lado: solo pedimos libertad»
Padres, abuelos, carritos de bebé, compañeros de clase y claustros de profesores al completo llegaron de todo Aragón a la manifestación para defender la concertada
No pueden mirar para otro lado, tienen que escuchar al pueblo: solo pedimos libertad para elegir dónde queremos que estudien nuestros hijos y nietos». Es el mensaje de una de las participantes que ayer unió su voz a las miles de gargantas que clamaron en el centro de Zaragoza «libertad de enseñanza» y en defensa de la concertada. Familias, claustros de profesores y jóvenes alumnos llegados de todo Aragón en 26 autobuses fletados por los centros concertados exigieron al Gobierno del socialista Javier Lambán que «mantenga los conciertos» y «permita la libertad de enseñanza».
Entre cánticos como ‘No al cierre de la concertada’ o quí es tán, estos son los conciertos de Aragón’, muchos jóvenes participaron ayer en su primera protes ta, en la que gritaron por «el fu turo» de los colegios en los que han crecido y aprendido. «Cre emos que la educación concerta da debe seguir existiendo. En es ta protesta vemos lo importante que es», decía Isabel Baquedano, alumna de 2º de ESO del Cristo Rey de Zaragoza, señalado en al gunas quinielas como uno de los centros que pueden perder vías. «Nuestros profesores son muy atentos y queremos que nuestros hermanos sigan aquí», añadía su compañero, Juan Valdrés.
Desde el colegio Santa Ana de Huesca y de Monzón también llegaron jóvenes y profesores en autobuses y pidiendo lo mismo. «En clase nos han explicado el problema y nos han invitado a venir. Es importante que los padres puedan elegir la educación de sus hijos», comentaba Martina Torres, de 15 años, del Santa Ana oscense. Jorge Brun, otro estudiante de 15 años, asistía con sus compañeros del San Gabriel de Zuera –otro de los señalados por los rumores iniciales- a la protesta: «Mi madre trabaja en la concertada y Podemos y el PSOE quieren quitarla con los años. No estoy de acuerdo, y además en nuestro colegio todos los años hay mucha demanda y gente que se queda fuera».
Entre manoplas y globos blancos, y con la notable ausencia de cualquier enseña sindical o partidista, la marcha discurrió en un ambiente tranquilo, festivo y familiar. Los profesores no faltaron a la cita. «Pensando de manera egoísta, defendemos nuestro trabajo. Pero va mucho más allá: es un modelo de educación y el respeto a la legalidad», manifestó Concha, una de las profesoras llegadas de Salesianos de Huesca, que recalcó que esta no es una lucha de pública contra concertada», sino una «constatación de que todos tenemos espacio». «No podemos ser moneda de cambio», denunció Mari Carmen C.F., docente en el Santa Ana de Monzón. No ha habido criterio pedagógico y pedimos que se respete el derecho a elegir y la Constitución», añadió. Carmen Barco, madre y profesora de Escolapios en Alcañiz reivindicó su derecho «a educar como considere» a sus hijos y recordó que el centro «cumple las condiciones y es inclusivo».
Los padres, madres y abuelos se volcaron en una manifestación con la vista puesta en el presente y, sobre todo, el futuro. Nieves Larraga, «socialista de toda la vida», llevó a su nieta de 2 años a la protesta porque cree «en la libertad de enseñanza». «Cuando vaya al colegio, quiero que mi hija pueda elegir dónde llevarla», recalcó. Rubén Melchor, padre y profesor de la concertada, criticó la situación creada «por el clima político» y lamentó el «enfrentamiento entre pública y concertada, cuando son dos modelos complementarios y necesarios». Todos pidieron que los políticos tengan en cuenta la gran movilización, que estuvo a la altura de las manifestaciones históricas que ha vivido la Comunidad.
Las comisiones encargadas de la concesión de los conciertos se reúnen hoy
Educación pide tranquilidad y anuncia que en proporción habrá más oferta que en años anteriores.
Representantes del Partido Popular, PAR y Ciudadanos participaron en la multitudinaria marcha.
Sólo un día después de la masiva muestra de apoyo a la escuela concertada, se reúnen hoy las tres comisiones provinciales en las que se van a dirimir qué colegios de Aragón dejan de recibir financiación pública en una de sus aulas de 1º de infantil. El sector leva días criticando la tardanza en tomar la decisión, ya que el próximo 19 de abril los padres comenzarán a entregar sus solicitudes para matricular a sus hijos y deben saber ya cuantas vacantes habrá en cada centro.
Será por tanto, el momento de la verdad, cuando se ponga sobre la mesa el listado de los colegios concertados que perderán un aula a partir del próximo curso, después de semanas de incertidumbre tras el pacto entre PSOE y Podemos, y los rumores surgidos a quienes puedan afectar.
A este respecto, el director general de planificación del departamento de educación, Ricardo Almalé, dijo ayer que la propuesta que se va a llevar a esta comisión estará de acuerdo con los principios de planificación y programación educativa y aseguró que el gobierno aragonés garantizará una plaza sostenida con fondos públicos a todos los niños. Almalé pidió a si mismo tranquilidad e informó de que, proporcionalmente, habrá más plazas disponibles que hace cuatro o cinco años, porque el descenso demográfico ha sido grande (de unos 700 alumnos menos solo en Zaragoza). La consejera se limitó ayer a mostrar su respeto por los manifestante y anunció que explicará su posición cuando se aprueben los colegios a los que se revisarán los conciertos.
Era ayer la jornada de las familias y los padres de la escuela concertada aragonesa, aunque entre los asistentes a la marcha huvo más de un político. Muchos cargos del PP secundaron la reivindicación, aunque no quisieron hacer declaraciones porque, como señalaron, se trataba de acompañar a los convocantes. Entre ellos, la anterior consejera de educación y diputada, Dolores Serrat, la responsable educativa del partido en las cortes, María José Ferrando, Antonio Suárez, Fernando Jesús Galve, Ricardo Oliván o Marián Orós, además del portavoz de su grupo municipal en Zaragoza, Jorge Azcón.
Por parte del Partido Aragonés se dejaron ver su portavoz educativa en el parlamento autonómico, María Herrero; además de las disputadas Lucía Guillén y Elena Allué y el presidente del partido Arturo Aliaga, quien pidió a la consejería de educación que rectifique ante lo que considera «un chantaje». «La consejera ha roto el pacto educativo y le pedimos que se siente a negociar. No se pueden tomar decisiones para confrontrar, sino que deben ponerse en marcha proyectos que integren, no que disgreguen», declaró aliaga.
Ciudadanos también había confirmado su presencia en la cita y la formación naranja estuvo representada por su portavoz municipal en el consistorio zaragozano, Sara Fernández, la también concejal Cristina García, y Elena Martínez, de la Diputación Provincial de Zaragoza. «Creemos fundamental respetar la legislación vigente y la jurisprudencia y no basarnos en este tema en criterios demográficos. Y, sobre todo, no utilizar políticas de enfrentamiento, en este caso, entre la pública y la concertada, sino dedicarnos a proveer una educación verdaderamente de calidad», señaló Fernández entre en recorrido entre el paraninfo y el Pignatelli.
Los padres de la pública.
Por su parte, la federación de asociaciones de padres y madres de la publica, fapar, también quiso dar su opinión sobre la exitosa movilización de la concertada, apuntando que «nadie cuestiona el modelo dual, que en su momento garantizó la universalización de la educación», pero matizó que hoy existen «discrepancias» que conviene disipar a través del consenso. Fapar denunció que de las 27 aulas de tres años que se cerraron en años pasados, todas fueran de la pública, lo que le llevó a pedir «planificación». Una planificación que, en opinión de su presidenta, Flor Miguel, «corresponde a la administración» y «está por encima de los derechos de libertad de elección de centros a los que apela la concertada». En este sentido, fapar defendió que la distribución de las aulas se hagan atendiendo a criterios demográficos. Por su parte el sindicato CGT criticó ayer que algunos centros ejercieran presión ante sus trabajadores para que acudieran a la manifestación.
TRIBUNA HERALDO DE ARAGÓN
DIARIO INDEPENDIENTE • FUNDADO EN 1895 • Año CXXIII
EDITORIAL
Un rotundo mensaje
La manifestación en favor de la enseñanza concertada celebrada ayer en Zaragoza fue, por la multitudinaria asistencia y por la claridad de los mensajes, un rotundo toque de atención al Gobierno de Aragón. El Ejecutivo PSOE-CHA está obligado a solventar con equidad las necesidades de las dos redes de la enseñanza sostenidas con fondos públicos y a no convertir la educación en campo de batalla.
La Constitución avala la existencia de un modelo de enseñanza en el que coexisten la escuela pública y la concertada, sostenida también con fondos públicos. Dos redes que sirven para garantizar el derecho a la educación y también la libertad de enseñanza. La convivencia de ambas, dentro de las normas previstas y con criterios de equidad, ha sido un aspecto fundamental de la calidad de la enseñanza en Aragón. Y ha sido respetada hasta este momento por todos los gobiernos autonómicos. Ese modelo, bien asentado en un amplio consenso social, se siente ahora amenazado por el pacto entre el PSOE y Podemos. Vincular el apoyo a los Presupuestos con el cierre de aulas en la concertada ha sido un error político que los manifestantes que llegaron ayer hasta el Pignatelli reprocharon con contundencia al Gobierno que preside Javier Lambán. La masiva y civilizada protesta, convocada por las asociaciones de centros, los sindicatos USO y FSIE y las familias, resultó elocuente. El Gobierno de Aragón recibió ayer un mensaje claro de una parte sustancial de la ciudadanía: no tiene sentido plantear la política educativa como una confrontación entre pública y concertada. Ahora le toca actuar en consecuencia, desechando intereses partidistas y pensando en el interés general.